miércoles, 29 de octubre de 2008

Cocina por TV, parte III


En los últimos días se me han acumulado los temas para el blog (¡qué bueno! porque hay días que no tengo la más pálida idea de por dónde empezar a escribir), así es que interrumpí la serie dedicada a la tv. Pero obvio es que El Gourmet merece su capítulo.
Por ahí del 2000 yo decía que no le encontraba sentido a contratar un servicio de tv por cable. Es decir, es peligroso porque uno tiende a pasar más tiempo frente al televisor, y más opciones no significa necesariamente mejor programación. ¡Ah!- decía -pero si a alguien se le ocurriera hacer un canal completamente dedicado a la gastronomía (me imaginaba algo como un Discovery culinario) la cosa sería diferente. Desde luego no sabía de la existencia del Food Network, con su excelente programación made in Canada, pero daba igual, pues su señal no llegaba a México (y sigue sin llegar, me parece, pero si me equivoco porfa sáquenme de mi error).
Y de pronto en 2001 mi percepción de la tv por cable se transformó. No sólo había un canal dedicado toditito él a la cocina, sino que además no venía del norte, estaba hecho en español y para un público latinoamericano. Aunque al principio los contenidos pueden haber sido mucho más argentinos, poco a poco los programas fueron incorporando primero el vocabulario y luego los ingredientes y preparaciones de distintos paises de la región. Y la verdad es que las series suelen estar hechas con mucha calidad.
Aún así, mi relación con cablevisión y otros proveedores ha sido... cómo decirlo... intermitente. O sea que seguro me he perdido series maravillosas que algunos de ustedes sí vieron. Aun así, me animo a mencionar algunos favoritos:
Narda Lepes: Imposible comenzar por alguien más. Su estilo descomplicado, que invita a arriesgarse, a experimentar y a gozar lo que uno hace en la cocina la hace la favorita de Amuse Bouche. Por culpa de Gourmet Londres estoy ahorrando todo lo que puedo para viajar a esa ciudad en 2009, y ni qué decir de sus otros viajes (Japón, Marruecos, Brasil) o de la serie Celebraciones, que nos hace desear tener invitados en casa todos los días (bueno, tal vez no tanto).

Borja Blázquez, una de sus series en particular. No recuerdo su nombre, pero es en la que se dedicaba a explicar mitos de la cocina. Conocer mejor la química de los alimentos nos ayuda a aprovecharlos mejor y cometer menos errores. Lo mejor era cuando contradecía algunas cosas que otros chefs estaban dando por sentadas (y en el mismo canal, ¡señores, pónganse de acuerdo!).
La serie de Celebraciones de Dolly Irigoyen. Para esa navidad quería probar todo lo que ella hizo en el programa. No hice todo, pero sí aproveché unas cuantas buenas ideas.
El método Gross. La repostería es todavía un terreno en el que camino con mucho tiento y me tropiezo con cierta frecuencia. Tal vez por eso disfruto ver a quien trabaja con maestría en esta materia, aunque hasta ahora la verdad es que no he probado una sola de las recetas.
Me doy cuenta que me estoy quedando corta, el canal da para decir mucho más, pero no será hoy (porque tengo sueño) ni mañana (porque tengo otro tema previsto). Un día de estos (o sea, sabrá Dios cuando) le doy otra vueltecita al tema.

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