miércoles, 17 de septiembre de 2008

The Fat Duck

Planeo ir a Londres el próximo año. Aún no estoy segura acerca de en qué mes podré viajar, si visitaré otros lugares (tal vez un recorrido por Escocia) o cuántos días estaré por allá. Pero sé que, como en otros viajes, estaré a la caza de buena comida.
Muy mal se habla de la comida británica y sin embargo, la inmigación que la ciudad recibe de tantos lugares del mundo la hace el caldero perfecto para la mezcla y creación de nuevos sabores, de buenos sabores. Uno puede comer ahí toda la comida étnica que le venga a la mente y también las creaciones gastronómicas más sofisticadas. Desde luego si está dispuesto a pagar el precio £££.
Siendo londres una de las ciudades más caras del mundo no me voy a poner a buscar comer un banquete todos los días, pero decidí que aunque lo tenga que compensar comiendo falafel en la calle el resto del viaje, por primera vez en mi vida quiero visitar un restaurante top, uno con tres estrellas michelin (esto de las estrellas michelin amerita otro espacio). Tengo tres candidatos: uno dentro de la ciudad y otros dos en las afueras.
The Fat Duck es uno de ellos, ubicado en Bray, como a 50 minutos desde Londres. De apariencia sencilla, más como una taberna que como un restaurante de lujo, se dedica a explotar al máximo lo que se ha dado en llamar gastronomía molecular. Su creador es Heston Blumenthal, quien en una entrevista comentó que la primera vez que entró en un restaurante fue durante su adolescencia, en unas vacaciones en Francia. Esta experiencia lo marcó y decidió que debía dedicar su vida a provocar en la gente esa felicidad que sólo los cocineros pueden causar. Pero no se formó en una escuela para chefs, sino leyendo y viajando (¿tengo esperanzas entonces?). Premios ha obtenido varios, entre ellos que su restaurante haya sido considerado el mejor del mundo en 2005.
He leido reseñas de visitas a The fat duck y van de los elogios totales a las críticas por ser demasiado pretencioso y hacer demasiados helados (parece que buena parte de lo que ahí se sirve es frío, desde huevos con tocino hasta cangrejo. Raro, ¿no?). Una comidita ahí puede salir en unos 500 dlls por persona y al parecer uno paga por como cuatro horas de platillos chiquititos, cada uno más espectacular que el anterior, llevados a la mesa y algunos preparados ahí mismo con gran despliegue de teatralidad. Nomás échenle ojo al videito.

A continuación, algunos extractos del pensamiento de Blumenthal:
"Eating is a multi-modal process (involving all the senses). Any comments concerning food being just about taste are misguided. Try drinking a fine wine from a polystyrene cup or eating a beautifully cooked piece of fish off a paper plate with a plastic knife and fork, it is not the same."
"Smell is the most powerful memory trigger of all of the senses but we differ so greatly in what smells hit the right or wrong notes. As well as our own emotions differing greatly from person to person, we all live in our own sensory world. I know that this might seem a little spiritual but we do see, hear and smell things differently."
"The whole process of flavour perception is multi-sensory. We all have our own perception of life. Not only do we see, hear and taste differently but we have our own, individual personal experiences, emotion and memory. As long as this continues, the world of eating will be a very exciting place."

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